Una rama de la inmunoterapia celular, aún en investigación básica, la que se realiza con células CAR, “está mostrando unos resultados sorprendentes” frente al cáncer, como anunció José María Moraleda, jefe de Hematología del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, en la reunión de coordinadores de trasplantes celebrada el pasado 24 de marzo en Zaragoza. Y dijo que “se puede hacer un CAR español, porque tenemos la tecnología necesaria”. De momento, ya ha sido creado el Grupo Español CAR en el seno de la Sociedad de Hematología y Hemoterapia.
Dos destacados hematólogos, José María Moraleda y José Luis Díez Martín, jefe de servicio en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, presentaron las novedades de su especialidad en torno a los trasplantes de progenitores hematopoyéticos. La inmunoterapia con CAR, resultado de manipulación celular que busca la semejanza con el mecanismo natural de reproducción, consigue “generar el antígeno que acaba con la célula tumoral”, explicó Moraleda.
La reivindicación de Moraleda de un CAR español se debe a que “todos los que hay son de grandes compañías farmacéuticas” y muy costosos, lo que dificulta la investigación en España. El Hospital del Mar de Barcelona acogió el único ensayo realizado en nuestro país con células CAR y el Virgen de la Arrixaca de Murcia participa ahora en el estudio Eliana. “Tenemos la herramienta, pero hay que mejorarla”, advirtió Moraleda.
A su juicio, el tratamiento con CARs es el paradigma de la terapia personalizada. “Pero su producción es muy compleja y muy cara”. Ahora mismo, en los ensayos, hay que gastar “dos millones y medio de euros por paciente”. Algo que Moraleda advirtió es que se trata de “terapias puente para llegar al trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos”. Y, con esto, se refería también a la inmunoterapia celular con anticuerpos monoclonales, ésta sí ya en la clínica.
Blinatumomab es el fármaco con anticuerpos monoclonales que se administra tras un tratamiento de quimioterapia. Y, según los resultados, se procede después al trasplante. “Se está obteniendo con él una respuesta satisfactoria”, aseguró Moraleda. Se espera que este fármaco evite las recaídas post trasplante, “pero, eso sí, los anticuerpos tiene que ser específicos de la célula tumoral”.
Trasplante haploidéntico + quimioterapia
De 70 trasplantes haploidénticos (de donante familiar y compatible sólo en la mitad) que se hicieron en España en 2012, pasaron a 284 en 2015. Este tipo de trasplante de progenitores hematopoyéticos, que ha desplazado en parte a los de células de cordón umbilical y a los de donante no emparentado, se ha visto reforzado recientemente con quimioterapia post trasplante, “que se carga la inmunidad reactiva pero no las células madre, que prenden antes”. Lo explicó José Luis Díez, jefe de Hematología del Gregorio Marañón, en la reunión de coordinadores de trasplantes celebrada en marzo en Zaragoza.
Los trasplantes haploidénticos de sistema inmune reducen gastos, según Díez, porque, al ser de familiar donante, se evita la larga búsqueda de las células y su traslado hasta el paciente. “20.500 euros -dijo Díez- gasta el Gregorio Marañón en buscar y traer células y 23.500 si son de cordón”. Y señaló que, cuando el enfermo puede esperar tres meses, que es lo que suele durar el proceso de rastreo de médula compatible, “la búsqueda resulta exitosa en un 80% de los casos” con hallazgo de progenitores idénticos.
Díez elogió la red de donantes de células (treinta millones en el mundo), asegurando que “todo el mundo tiene su donante seguro, siempre que el médico ponga a tiempo los mecanismos en marcha”. Su hospital, el Gregorio Marañón, es uno de los pocos autorizados en España para realizar trasplantes haploidénticos; “conllevan muchas dificultades técnicas”.
De progenitores hematopoyéticos se efectúan en España 3.000 trasplantes anuales. Según los expertos, en combinación con la inmunoterapia celular y ahora también con la quimioterapia, el futuro es esperanzador para las neoplasias hematológicas, incluso para tumores sólidos.
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